Y pasan a la fama Mondrian, Kandinsky y Malevich, y el mundo se olvida de que la verdadera creadora del arte abstracto fue la sueca Hilma af Kint (1862-1944). Seguramente porque ella misma solicitó en su testamento que su obra abstracta no fuera expuesta hasta pasados veinte años de su muerte porque el mundo no estaba preparado para ver ese tipo de arte creado por una mujer...
Retratista y paisajista con estudios académicos, se sentía muy atraída por el esoterismo, espiritismo y la teosofía. Con varias amigas formó el grupo Las Cinco, donde pintaban y escribían después de sesiones de espiritismo. En una de estas sesiones recibieron el encargo de pintar lo que veían en las sesiones. Sólo ella se aventuró a pintar Los cuadros para el templo, 193 obras abstractas. También pintó sobre las religiones más importantes del mundo.
Actualmente hay una exposición sobre ella en el Museo Guggenheim de Bilbao.
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