Hace menos de un mes pude ver en el edificio de la Secessíon vienesa el famoso "Friso Beethoven" del simbolista Gustav Klimt (1862 –Viena 1918).
El edificio, un pabellón para albergar exposiciones del modernismo vienés, quiso conmemorar a Beethoven en su decimocuarta exposición.
Klimt se encargó de pintar 7 paneles, directamente sobre el yeso de las paredes, tomando como inspiración la "Novena Sinfonía" de Beethoven.
El "Friso Beethoven" representa los sufrimientos que el hombre debe superar en su camino hacia la búsqueda de la felicidad.
El hombre, armado con una espada, lucha contra todo tipo de enemigos: el gigante Tifeo con sus 3 hijas las Górgonas, monstruos mitológicos que atraían a los hombres para después petrificarlos. Aparecen desnudas y con el cabello cubierto de serpientes. La enfermedad, la locura y la muerte (también representadas como mujeres). Después aparece la tristeza. También la lujuria; esa "femme fatale" sensual e insinuante... El exceso se representa como una mujer obesa que se cubre de cintura para abajo...
Por fin, el caballero logra la felicidad, representada con un coro de ángeles, y ya sin armadura se funde en un abrazo con una mujer, ambos desnudos, acompañados por el sol y la luna. El beso significa el triunfo, el premio de la victoria, personificado por una mujer.
Y también puede apreciar el más famoso beso de Klimt en el Palacio Belvedere. Indescriptible.
Y también puede apreciar el más famoso beso de Klimt en el Palacio Belvedere. Indescriptible.
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