En unas tranquilas vacaciones en Lanzarote, "descubro" al pintor, escultor y arquitecto César Manrique (1919-1992 Lanzarote). Inevitablemente me recuerda a Eduardo Chillida, quien también buscó la armonía entre el arte y la naturaleza.
Manrique, después de luchar como voluntario en la Guerra Civil, se inscribió en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, ya que desde niño tuvo facilidad para pintar y dibujar. Fundó la galería de arte Fernando Fé, la primera no figurativa de España, y residió una temporada en Nueva York.
Desde 1966 se instala definitivamente en Lanzarote y en colaboración con el arquitecto Fernando Higueras, comienzan a trabajar juntos en diferentes puntos de la isla, como Los Jameos del Agua (aprovechan un tubo volcánico para hacer un restaurante, un jardín con piscina y un auditorio); la actual Fundación César Manrique que fuera su casa, creada dentro de cinco burbujas volcánicas y donde hoy en día se encuentra parte de su obra y su maravilloso estudio; el Mirador del Río, un restaurante excavado en la roca con unas vistas espectaculares; y el Jardín de Cactus, en una antigua cantera donde podemos encontrar cactus del mundo entero.
Entre otras cosas, es también el creador del Horno-Asador de Timanfaya, en el parque nacional, y, la Casa-Museo del Campesino y Monumento a la Fecundidad, que realizó como homenaje al duro trabajo de los campesinos lanzaroteños.
Mirador del río |
Monumento al campesino |
Fundación César Manrique |
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